FUNERAL VIKINGO
Gracias a la arqueología, las sagas y a la poesía en nórdico antiguo, y sobre todo al relato de Ahmad ibn Fadlan se sabe que los vikingos solían incinerar a sus muertos en barcos funerarios. Los rituales que tuvieron lugar en tierra han permitido a los arqueólogos estudiar las diversas tradiciones escandinavas de la época de los vikingos.
Frecuentemente eran depositados en un barco o en un barco de piedra, y se les solía dejar ofrendas según el estatus y la profesión del difunto, entre las que podía incluirse el sacrificio de esclavos. Después se creaba el túmuloamontonando sobre los restos tierra o piedras.
En Escandinavia se conservan muchos túmulos en honor de reyes y jefes vikingos, además de piedras rúnicas y otros monumentos funerarios. Algunos de los más célebres se encuentran en el cementerio de túmulos de Borre, en Noruega, y en Lindholm Høje y Jelling en Dinamarca.
MONUMENTOS FUNERARIOS
Un funeral vikingo podía suponer un gasto considerable, pero la tumba y las ofrendas no se consideraban un desperdicio. Además de rendir homenaje a los muertos, la tumba constituía un monumento a la posición social de los descendientes. Algunos clanes nórdicos especialmente poderosos podían hacer alarde de su posición mediante cementerios monumentales. El cementerio vikingo de Borre en Vestfold por ejemplo, está ligado a la dinastía Yngling, y alojaba grandes túmulos que contenían barcos de piedra.1
Jelling en Dinamarca es el memorial real más grande de la época vikinga. Fue realizado por Harald Diente Azul en recuerdo de sus padres Gorm y Tyra, y en honor a sí mismo. Se trata de uno solo de los dos grandes túmulos que contenían una cámara mortuoria, pero ambas tumbas, la iglesia y las dos piedras de Jelling testifican lo importante que era marcar la muerte ritualmente durante la era pagana y los inicios de la era cristiana.
En tres lugares de Escandinavia hay grandes cementerios que fueron usados por toda la comunidad Birka en Mälaren, Hedeby en Schleswig y Lindholm Høje en Ålborg. En las tumbas de Lindholm Høje aparece una gran variedada de formas y tamaños. Hay barcos de piedra y una mezcla de tumbas triangulares, cuadradas y circulares. Estos cementerios han sido usados durante muchas generaciones y pertenecen al pueblo.
RITUALES
La muerte siempre había sido un momento de crisis para los afligidos, de ahí que la muerte esté rodeado por tabúes. La vida familiar tiene que ser reorganizada y, para superar esa situación, las personas recurren a rituales. Las ceremonias eran ritos de transición en los que se pretendía dar paz al difunto en la nueva vida y, al tiempo, consolar a los parientes afligidos para continuar con sus vidas.
A pesar de las costumbres belicosas de los vikingos, había un elemento de miedo rodeando a la muerte y a lo que va asociado a ella. Si el muerto no era enterrado correctamente o no se le proveían de medios para la otra vida, era posible que no llegase a encontrar la paz en el más allá. La persona muerta podría visitar a sus parientes vivos como un fantasma para atormentarlos. Era una visión horrorosa y ominosa, que se interpretaba como una señal de que más miembros de la familia morirían. Cuando las comunidades eran afectadas por desgracias, sobre todo en tiempos de hambruna, empezaban a aparecer historias de fantasmas. Las sagas mencionan drásticos remedios para librarse de estos fantasmas una vez que habían aparecido. El muerto tenía que volver a morir; se podía atravesar el cadáver con una estaca, o se le cortaba la cabeza para que el difunto no encontrara el camino de vuelta al mundo de los vivos.
SACRIFICIOS HUMANOS
Los esclavos podían ser sacrificados durante el funeral para servir a su amo en la siguiente vida. En el relato de Ibn Fadlan hay una descripción de una esclava que va a ser sacrificada y que pasa por varios ritos sexuales. Cuando el jefe había sido puesto en el barco, ella iba visitando las tiendas para acostarse con los guerreros y mercaderes. Cada hombre le decía que esto lo hacía por devoción al difunto. Por último, ella entraba en una tienda que se había montado en el barco y en la que seis hombres mantenían relaciones sexuales con ella antes de ser estrangulada y apuñalada. Los ritos sexuales con la esclava muestran que ella era considerada un recipiente para la transmisión de energía vital para el jefe difunto.
En el relato Sigurðarkviða hin skamma hay varios versos en los que se cuenta que la valquiria Brunilda da instrucciones sobre el número de esclavas que iban a ser sacrificadas para el funeral del héroe Sigurd, y cómo sus cuerpos debían ser dispuestos en la pira, como aparece en la siguiente estrofa.
Því at hánum fylgja fimm ambáttir, átta þjónar, eðlum góðir, fóstrman mitt ok faðerni, þat er Buðli gaf barni sínu. | 69. "Cinco mujeres atadas le seguirán, y ocho de mis esclavas, bien nacidas, desde niñas conmigo, y mías fueron como regalo que Buthli a su hija dio". |
CREMACION
Era frecuente quemar los cadáveres y las ofrendas en una pira, en la cual la temperatura alcanzaba los 1400º C; mucho más alta que en un crematorio moderno. Lo único que quedarían serían unos fragmentos de metal y algunos huesos animales y humanos. La pira era construida de forma que la columna de humo fuera lo más grande posible para elevar al difunto a la otra vida. El simbolismo se describe en la saga Ynglinga:
Entonces él (Odín) estableció por ley que todos los varones muertos debían ser incinerados, y sus pertenencias puestas sobre la pila, y las cenizas lanzadas al mar o enterradas. Así, dijo él, todos vendrán a Valhalla con las riquezas que portara consigo en la pila; y disfrutaría cuanto él hubiera enterrado. Un montículo se levantará en memoria de los hombres trascendentes y para todos los guerreros que se han distinguido por su virilidad se erigirá un monolito; costumbre que perduró mucho después de la era de Odin.
La cerveza funeraria y la transmisión de la herencia
En el séptimo día tras la muerte de la persona se celebraba la fiesta del sjaund, o fiesta de la cerveza funeraria, así llamada porque implicaba la libación ritual. La cerveza funeraria era una forma social de demarcar el caso de la muerte. Sólo tras la ceremonia podían los herederos legalmente reclamar la herencia. Si la persona fallecida se trataba de una viuda o del dueño de una granja, el legítimo heredero podía hacerse con la propiedad y, por tanto, marcar el cambio de autoridad.
Muchas de las grandes piedras rúnicas escandinavas notifican una herencia, como la piedra rúnica de Hillersjö, que explica cómo una dama llegó a heredar no sólo a sus hijos sino también sus nietos y la piedra rúnica de Högby Ög 81, que narra cómo una joven fue la única heredera tras la muerte de todos sus tíos. Se trata de importantes documentos de propiedad de una era en las decisiones legales no se transcribían en papel. Una interpretación de la piedra rúnica Tune de Østfold sugiere que la larga inscripción rúnica tiene que ver con la cerveza funeraria en honor del hacendado y declara a tres hijas como legítimas herederas. Data del siglo V y es, por tanto, el documento legal escandinavo más antiguo que reconoce el derecho sucesorio femenino.